Belén Saldívar / El Economista
Para el cierre de este año se espera que los requerimientos financieros alcancen un monto histórico y representen 5.9% del PIB.
El déficit público, medido a través de los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), presentó un crecimiento anual de doble dígito en el primer semestre del año, además de ubicarse en su mayor nivel desde que se tiene registro, de acuerdo con datos divulgados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Entre enero y junio pasados, los RFSP se ubicaron en 821,100 millones de pesos, lo que representó un crecimiento de 51.2% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
“Al cierre de junio, el déficit presupuestario se ubicó en 744,000 millones de pesos, 57,000 millones de pesos por debajo de lo programado. El déficit primario presupuestario alcanzó 136,000 millones de pesos, menor a lo programado en 21,000 millones de pesos. Finalmente, los RFSP se ubicaron en 821,100 millones de pesos”, detalló la dependencia.
En un análisis, la organización México Evalúa destacó que, a junio de este año, los RFSP reportaron el segundo mayor incremento para un periodo similar en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, además de ser el nivel más alto reportado desde el 2008, que es cuando la SHCP empezó a divulgar este dato.
Este año, se espera que los RFSP se coloquen en un nivel histórico. Las proyecciones de Hacienda arrojan que, al cierre de este año, se ubicaría en 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB), esto ante un mayor endeudamiento para terminar las obras insignia de la actual administración, como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas.
De esta manera, el techo de endeudamiento aprobado por el Congreso de la Unión es de 1.9 billones de pesos en el mercado interno, mientras que para el endeudamiento externo lo autorizado fue por 18,000 millones de dólares.
En tanto, para el siguiente año, el primero de la administración de Claudia Sheinbaum, Hacienda prevé que el déficit disminuya a 3% del PIB.
Deuda de más de 16 bdp
De acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda, a junio pasado el Saldo Histórico de los RFSP –la deuda en su medida más amplia- alcanzó un monto de 16 billones 30,700 millones de pesos, lo que equivale a 47.8% del PIB.
Aunque el discurso oficial sea que la actual administración no ha endeudado al país, los datos lo desmienten. Para este último año de gobierno, la deuda pública (ampliada) se encuentra en su nivel más alto desde el 2000 que se tiene registro, y durante el primer semestre ascendió a 16 billones de pesos (…). El Gobierno mexicano no había tenido una deuda de esta magnitud en los últimos 25 años”, destacó la organización.
De acuerdo con Hacienda, López Obrador heredará a Sheinbaum una deuda de 48.6% del PIB, lo que considera un nivel estable y que no representa una presión para las finanzas públicas del país.
Respecto a la composición de la deuda, la Secretaría de Hacienda destacó que se ha logrado que el endeudamiento en moneda extranjera sea menor.
Los datos más actuales muestran que el SHRFSP externo representa 15.7% de la deuda total, el menor monto del que se tiene registro.
¿Podrá disminuir?
La expectativa de la secretaria de Hacienda es que se logre disminuir, el siguiente año, al menos la mitad del nivel del déficit público a través de una consolidación fiscal, con recortes al gasto y sin la implementación de una reforma fiscal.
En este sentido, analistas ven difícil que, sólo con recortes al gasto, los requerimientos financieros puedan llegar a un nivel de 3% o, incluso, de 3.5% del PIB en el 2025.
En días pasados, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) publicó un estudio en donde señaló que los recortes al gasto público y una menor tasa de interés serán insuficientes para llegar a 3% del PIB, por lo que se necesitará de mayores esfuerzos, como una reforma fiscal.
Los cálculos del CIEP mostraron que, la conclusión de las obras emblemáticas, así como un recorte en las tasas de interés promedio, podrá reducir el déficit público en 1.1% PIB y si bien, esto se podría combinar con un incremento de la recaudación en 0.8% del PIB por un combate a la informalidad, así como menor costo financiero, no sería suficiente para reducir el déficit a 3 por ciento.
“Para una consolidación fiscal efectiva y sostenible es necesario llevar a cabo una reforma fiscal integral, con discusiones sobre la ampliación de la base tributaria y sobre mejoras en la eficiencia del gasto. Debe considerarse la equidad fiscal, con cargas y beneficios justos entre todos los sectores sociales y entre las generaciones presentes y futuras”, señaló el CIEP.
Sin embargo, Claudia Sheinbaum, quien tomará la presidencia en poco más de un mes, ha dicho que, al menos, durante el inicio de su administración no se llevará a cabo ningún tipo de reforma fiscal, ya que aún es posible incrementar la recaudación a través de mejoras en los procesos y digitalización.