La Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional realizaron un operativo en la zona del desierto de Altar donde encontraron a los menores quienes estaban acompañados por civiles armados
SERGIO GARCIA / LA SILLA ROTA
ÁTIL, Sonora. – Tres niños fueron asegurados en un operativo conjunto llevado a cabo por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional en la zona del desierto de Altar. Fuentes de seguridad revelaron a La Silla Rota que en el operativo realizado este 11 de agosto también se decomisó un pequeño arsenal y equipo táctico luego de una persecución por el desierto.
La persecución se llevó a cabo en la zona desértica, que abarca varios municipios: Sáric, Tubutama, Altar, Átil y Oquitoa. Los tres niños, cuyos nombres se omiten para proteger su identidad, tienen entre 12 y 15 años de edad. Los menores estaban vestidos con colores oscuros y chalecos tácticos, mismos que se encontraban con civiles presuntamente pertenecientes a una célula delictiva.
De acuerdo con las fuentes, en la zona y en el municipio de Caborca hay muchos menores de edad reclutados en ocasiones en contra de su voluntad y otras más por necesidad. El crimen organizado hace uso de ellos como halcones, quienes se encargan de ser los ojos de los cárteles, además son entrenados en el manejo de armas.
Para las autoridades militares, es poco común encontrar a menores participando en operativos con grupos del crimen organizado, ya que generalmente solo se usan como halcones y rara vez ingresan al “campo de batalla”. Hasta el momento, se sabe que los menores fueron puestos a disposición de las autoridades tutelares en el estado de Sonora.
Zona de guerra en Sonora
En los últimos años, los municipios del desierto, también llamados del “tercer mundo”, se han convertido en un campo de batalla entre grupos de narcotraficantes y polleros. Esta zona es el paso obligado para llegar a la frontera de El Sásabe, por donde cruzan miles de migrantes que se aventuran en la llamada “ruta del infierno”. Esta ruta también es el paso para llegar a San Luis Río Colorado, Sonoyta, Mexicali y Tijuana, donde también se realiza gran actividad de tráfico de personas y drogas.
Recientemente, el municipio de San Luis Río Colorado fue intervenido por el Gobierno del Estado en materia de seguridad al ser instalado, por decreto, el Mando Único, quitándole el control de la ciudad a la policía municipal.
Átil es un municipio de no más de tres mil habitantes, y por lo tanto tiene muy pocos policías, menos de una decena, incluyendo al comisario; aunque se rumora que todos los policías renunciaron debido a los problemas de seguridad. Igualmente, en estos municipios se ha presentado un éxodo de habitantes, que han huido hacia ciudades cercanas en busca de mejores condiciones para sus familias.