El Tribunal Electoral entregó la constancia de mayoría a un día de que concluyó la validación de la elección presidencial
Fernanda López-Castro / Infobae
Claudia Sheinbaum Pardo recibió esta tarde la constancia de mayoría que la acredita como la primera presidenta electa de México, por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), lo que representa un hecho histórico en el país tras 200 años de que el Poder Ejecutivo fuera encabezado por hombres.
A esto se suma el hecho de que por primera vez el Tribunal Electoral también es encabezado por una mujer, la magistrada presidenta Mónica Soto, quien no sólo fue la encargada de validar la elección del pasado 2 de junio, considerada la más grande de al historia; sino que fue quien el entregó la constancia de mayoría a Sheinbaum Pardo, lo cual se consideró un momento feminista.
Tras recibir la constancia de mayoría, Sheinbaum Pardo ofreció un discurso en el que abordó diversos temas, dirigido a todos los invitados.
¿Qué dijo Sheinbaum tras recibir su constancia como presidenta electa?
“El 2 de junio del 2024, el pueblo de México ejerció uno de los derechos fundamentales establecidos en la Constitución: “Votar y ser votado”. En este caso, votar. Fue una jornada participativa, democrática, pacífica, ordenada y libre, esa noche se dio a conocer el resultado preliminar de la elección.
“El domingo siguiente, el Instituto Nacional Electoral, saludo a su presidenta, informó del resultado de los cómputos distritales. Después del análisis de las diversas impugnaciones, como lo determina la norma electoral en nuestro país, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió la validez de la elección por unanimidad a la Presidencia de la República, nuestro movimiento obtuvo 35 millones 924 mil 519 votos, lo que representa el 59.76% del total de la votación, 32 puntos por encima del segundo lugar, un hecho inédito e histórico.
“Reconozco a las magistradas y magistrados su respeto a la voluntad popular y su ejercicio democrático, debemos sentirnos todas y todos orgullosas y orgullosos, por que el pueblo de México mostró su conciencia cívica, su vocación democrática su sentido republicano, pero también el reconocimiento colectivo de su fuerza y de su historia expresada con claridad y contundencia el día de la jornada electoral.
“Es la primera vez en 200 años de la Republica que recibe el reconocimiento de presidenta electa una mujer. Presidenta, con A. Como lo he dicho en otras ocasiones, no lo asumo solo como un triunfo individual o como el esfuerzo personal, el día de hoy, marcado en la historia de México, no llego sola, llegamos todas.
“Las mujeres heroínas de nuestra patria, las visibles, pero también las millones de mujeres invisibles, de generaciones y generaciones, que han hecho posible que consigamos este alto reconocimiento, llego nutrida y llena de la fuerza que proviene de nuestras ancestras, nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas. Llegamos todas y con ello me comprometo a luchar para seguir construyendo igualdad y libertad para todas las mujeres mexicanas, en especial para las más vulnerables y de cuidar, como lo hacemos las mujeres responsablemente, el porvenir de nuestra patria.
“La votación masiva expresada en las urnas este pasado 2 de junio tiene varios significados, que debemos escuchar y honrar, no solo me refiero a mi persona, como presidenta electa y a la responsabilidad que me corresponde, sino también a todas y todos los mexicanos que votaron por nosotros y a quienes no lo hicieron, la mayoría de la gente votó por que siga un gobierno honesto, de resultados, con amor a la patria y con amor al pueblo de México.
“Dicho de otra forma, la mayoría de los mexicanos no quiere que vuelva un gobierno al servicio de unos cuantos o la prepotencia, o el influyentismo, no quieren que regrese ni la corrupción ni los privilegios, ese es el mandato del pueblo de México y nos corresponde seguir haciéndolo realidad.
“Es decir, el mandato es claro continuar y avanzar con la Carta Transformación de la vida pública que inició en el 2018 el presidente Andrés Manuel López Obrador y como lo ofrecí y lo manifesté en todo el proceso electoral, eso significa seguir construyendo un México libre, de bienestar, un México de derechos, en paz, fraterno, independiente, soberano, democrático y justo.
“Considero que la libertad con la que votaron y por la que votaron, las y los mexicanos, es la que significa un gobierno que no reprime, que respeta la libertad de expresión, de reunión, de prensa, de movilización, ahora, contario a quienes piensan que la libertad solo está en el mercado, pienso que la libertad con la que votaron la mayoría de las y los mexicanos, es la que puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y basado en los derechos de las personas, no hay libertad plena cuando no hay bienestar y derechos, es decir, es falsa la libertad de quien debe cruzar kilómetros para migrar por pobreza, también es falsa la libertad del poder de compra con un salario de hambre, o la libertad de acabar con el planeta, esa es una falsa libertad.
“La libertad puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y donde las y los mexicanos puedan vivir con bienestar y con derechos. La Cuarta Transformación por la que votaron mayoritariamente las y los mexicanos es la que concibe como derechos y no como privilegios la educación, el acceso a la salud, la alimentación saludable, la vivienda digna, el salario justo, la pensión suficiente, es decir eligieron un estado de bienestar desde la cuna hasta la tumba. El pueblo decidió que continúe la economía moral y no regrese el sistema neoliberal.
“Un México con paz. Me comprometí durante el proceso electoral a seguir construyendo la paz, atendiendo las causas y abatiendo la impunidad y el pueblo lo aprobó con su voto, lo haremos con estrategia, no regresará la guerra contra el narco, seguiremos construyendo paz con justicia.
Un México fraterno. Estoy convencida de que si algo avaló con la voluntad, la mayoría de las y los mexicanos es que no queremos que nadie sea discriminado, que nunca más se trate al pueblo de México con desprecio, con clasismo, con racismo, o a las mujeres: con machismo. Que nuestras raíces y nuestro destino están en la fraternidad, en el humanismo, en ser tratados siempre como iguales.
Un México soberano, libre e independiente. Creo que también quedó claro el 2 de junio como lo dice la Constitución desde los sentimientos de la nación, que la soberanía reside esencial y originalmente en el pueblo y que por ello, el mandato es no alejarse y que esa soberanía está siempre por encima de grupos o individuos por más poderosos que parezcan.