La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, dijo a Enrique Quintana los motivos de la Junta de Gobierno para bajar la tasa de referencia.
La decisión de política monetaria que tomó la Junta de Gobierno del Banco de México, y dio a conocer el jueves pasado, no consideró solo un dato puntual de la inflación, sino una perspectiva integral del proceso, que incluye también una visión prospectiva, me dijo la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja.
Como pocas ocasiones, la decisión del Banxico fue polémica porque el mismo día que se dio a conocer, el INEGI reportó que en julio la inflación alcanzó 5.57 por ciento, cuando había sido de 4.98 en junio.
La polémica que se dio entre expertos del sector financiero también ocurrió al interior de la Junta, pues fue una decisión dividida, por 3 votos a favor de recortar y 2 votos en contra.
Le pregunté a Rodríguez Ceja si el hecho de que hubiese esa división al interior de la Junta no debilitaba al Banxico. Su respuesta es que, desde luego que no. Y me señaló que no es inusual en los diversos bancos centrales que haya división de opiniones, por lo que a veces las decisiones son por unanimidad y en otras por mayoría, pero en ambos casos tienen la fuerza de la institución.
Buena parte de la polémica alrededor de la decisión de política monetaria derivó del hecho de que el argumento de la Junta (conoceremos el detalle de los argumentos particulares de sus integrantes cuando se publiquen las minutas el próximo jueves 22 de agosto) fue poner el acento en la inflación subyacente y no en la trayectoria puntual de la inflación general.
Otro argumento central, me dijo la gobernadora, es que la Junta tiene una visión prospectiva de la inflación y no observa solamente el pasado.
La evaluación hecha conduce a pensar que en virtud de que el incremento de la inflación general en el mes de julio se debió por entero al componente no subyacente de la inflación y que es previsible que éste reduzca su ritmo en el futuro próximo, se optó por reducir la tasa objetivo en un cuarto de punto.
Pregunté a la gobernadora del Banxico si el hecho de que se prevea un recorte próximo de las tasas por parte de la Reserva Federal es un factor que se haya sopesado tanto en la decisión de bajar la tasa como en el señalamiento del comunicado que indica que “el entorno inflacionario permitirá discutir ajustes en la tasa de referencia”.
Como ya lo ha hecho en otras entrevistas que le hemos hecho, Rodríguez Ceja señaló que la decisión de la Reserva Federal es un factor que se toma en cuenta, como un elemento más a sopesar en la decisión, pero que definitivamente no es determinante.
Para el futuro, la gobernadora no descarta nuevos recortes, pero siempre dependiendo de las condiciones de la trayectoria inflacionaria, es decir, no hay nada seguro.
Un tema relevante también es el asunto del tipo de cambio.
Señaló la gobernadora que tiempo antes de que el Banxico comunicara su decisión de recortar en un cuarto de punto su tasa, la trayectoria del tipo de cambio del peso frente al dólar ya iba a la baja, luego de la erupción de inestabilidad que observamos desde el viernes 2 de agosto, pero más notoriamente el lunes de la semana pasada.
El señalamiento que hace es que los determinantes del tipo de cambio son múltiples y que, de requerir alguna intervención en determinado momento, la Comisión de Cambios, en donde también está la Secretaría de Hacienda, tomaría medidas.
Por cierto, Rodríguez Ceja no descarta que puedan presentarse en el futuro episodios de inestabilidad global como el que vimos hace una semana.
Algo en lo que la gobernadora fue muy enfática es en que el mandato constitucional del Banxico es muy claro, en el sentido de lograr una inflación general baja y estable.
Para que no quede confusión respecto a que el objetivo tiene que ver con la inflación subyacente. Esta es solo una medición útil para normar las decisiones de política monetaria.
La guía presentada por el Banxico en su comunicado del jueves pasado ajustó al alza el estimado de inflación general para este año, a 4.4 por ciento, pero no modificó el de inflación subyacente.
Lo fundamental, de acuerdo con Rodríguez Ceja, es que se mantiene la estimación de que la convergencia de la inflación general con la meta del Banxico ocurrirá, como estaba previsto, en el cuarto trimestre del 2025.
Esperemos que sea así.