Agradezco en infinito a la vida haber sido maestro de la Universidad de Sonora por casi 41 años y, rector de la Universidad Estatal de Sonora (UES) del 26 de 0ctubre del 2021 al 21 de junio del 2024. Lo hago porque siempre he sido consciente de que en tales funciones estamos al servicio y todavía nos paga el pueblo de Sonora y de México por desarrollar la noble labor de la educación, la preparación académica de las nuevas generaciones. En ese sentido, gracias a la vida por haberme dado tanto. Ello nos obliga a dar testimonio de nuestro quehacer y hacer siempre nuestro trabajo lo mejor posible, poniendo por encima del interés personal el general de la nación. Otra pasión de mi vida ha sido la política, la actividad que me a dado grandes satisfacciones y también los tragos más amargos. Asumí desde siempre esa actividad como un medio para lograr beneficios colectivos, jamás para logro personal. Nunca busqué el poder por el poder mismo, ni vendí mi conciencia por ganancias pecuniarias. Las dos únicas veces que me pagaron por realizar una actividad política fue cuando fui regidor en Hermosillo (2018-2021) y recién en mi paso por la rectoría de la UES, en las dos di el resto y las mejores intenciones y capacidad para retribuir el honor de ocupar esos puestos. Adquirí conciencia política y de clase en la lejana juventud a principios de la década de los setenta del siglo pasado luchando dentro de la UniSon como activista estudiantil por una universidad democrática, crítica, científica y popular. Entre los productos de ese movimiento esta la ley 103 orgánica vigente de agosto de 1973 a noviembre de 1991, la más avanzada y democrática de la historia de la institución. También se modernizaron los contenidos y se dinamizaron las técnicas de la enseñanza. Errores absurdos nos llevaron a la derrota, a unos a la expulsión y el destierro, perdimos el sistema de preparatorias y desapareció la Federación de Estudiantes de la Universidad de Sonora (FEUS). De mi paso por la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco obtuve la siguiente conclusión: que el astuto presidente Luis Echeverria había jalado con la izquierda a la generación del ´68 a construir una universidad alternativa con las ideas académicas del ámbito progresista y, con la derecha había importado de Francia una ley profundamente burocrática y autoritaria elaborada después del ´68 francés precisamente para contener luchas estudiantiles. Ahí encontré la genial idea de vincular la docencia, la investigación y el servicio social en el proceso de enseñanza aprendizaje u, organizar la educación con el abordaje holístico a partir de solución de problemas mediante módulos.Naturalmente esa discusión que se estaba dando en los ambientes progresistas nacionales nutrió mi perspectiva de un proyecto de universidad, de tal suerte que, cuando volví como maestro en 1983 a la Universidad de Sonora tenía una idea bastante definida de un modelo de universidad desde la perspectiva de izquierda. Hicimos varios intentos de impulsarlo. El más notable fue en los ochentas cuando desde el PSUM impulsamos cuatro reformas: una para democratizarla, una académica, otra en la vinculación universidad sociedad y, otra para desburocratizarla. Esa fue la base para democratizar plenamente la elección del rector y de los coordinadores ejecutivos. Para mí el arribo a la rectoría de la UES fue la gran oportunidad de hacer realidad un proyecto de universidad de izquierda y nos abocamos con entusiasmo a materializarlo. En ese sentido, agradezco al gobernador, Dr. Alfonso Durazo la posibilidad brindada. Cinco son los pilares fundamentales de la transformación que pusimos en marcha: En primer lugar, la elaboración de un proyecto de nueva ley orgánica que le confiera a la UES autonomía y la democratice. Existe la promesa del señor gobernador de darle autonomía a la UES. Que beneficios tendría: el destino de la institución quedaría en manos de los universitarios, no habrá más imposiciones muchas veces desastrosas. El nuevo status le permitiría acceder a fondos federales a los que no puede como universidad de apoyo solidario y, negociar directamente su presupuesto ante el gobierno y congreso del estado. Además, la democratización también permitirá la formación cívica de los estudiantes. Que hicimos al respecto, hacer varias giras comunicándonos con la comunidad universitaria, sensibilizando de la necesidad del cambio y, durante casi un año trabajar un anteproyecto de ley que estábamos en los últimos detalles. En segundo término, una reforma educativa cuyo elemento central sería vincular la docencia, la investigación y la extensión universitaria en el proceso de enseñanza aprendizaje. Lo cual significaría ligar la reproducción (docencia), con la producción (investigación) y, con la aplicación de conocimiento (extensión universitaria). También, desarrollar en términos generales el trabajo disciplinario en la docencia, interdisciplinario en la investigación y multidisciplinario en la extensión. Ello emularía lo que ocurre en el desarrollo de la ciencia que, parte de los problemas prácticos para buscar alternativas teóricas y volver a la práctica para corroborar y/o dar la solución. En ese sentido, el académico, sobre todo el de tiempo completo, tendría que dar clases, hacer investigación e intervenir a favor de la sociedad. El estudiante en igual sentido tendría que ir a clases, aprender el método científico e investigar e, intervenir en la realidad a través del servicio social y las prácticas profesionales. Que hicimos al respecto, realizamos dos foros de transformación educativa y se preparaba el tercero donde se discutía, se sensibilizaba la necesidad del cambio y se acordaban los pasos a seguir. En tercer término, vincular todavía más a la institución con la sociedad a través de la extensión universitaria. Las universidades existen porque son socialmente útiles, estamos convencidos que lo pueden ser todavía más. Hay una gran riqueza humana en las universidades en mucha desperdiciada y en la sociedad hay grandes necesidades. Estrechar la vinculación con el sector privado, gubernamental y social permite: que el estudiante entre a la práctica y aprenda en ella antes de salir a ejercer su profesión; que regrese un beneficio a la sociedad; se sensibilice de la problemática social; que el académico se actualice de la problemática social y aporte al desarrollo. Que la universidad sea más útil, más comprometida con el desarrollo integral de la sociedad. Algunos ejemplos de intervención: Empresas privadas, Grupo ALTA; sociedad civil, la Cruz Gálvez, ITAMA, la Ciudad de los Niños; sector social productivo, cooperativistas del dátil en SLRC, del camarón en Benito Juárez; desarrollos regionales, Rio Magdalena, Rio Sonora, Pueblo Yaqui y Rio Mayo. Cuarto, hacer crecer la fuente de ingresos propios ante la posibilidad de la gratuidad de la educación superior, lo que significa, sentar las bases para una mayor autonomía financiera. Además de los servicios que ya se cobran como títulos, constancias, diplomados, tratamientos fisioterapéuticos, desarrollar otros como uniformes, venta de productos agrícolas con valor agregado, desarrollar empresas. Para ello se le dio vida a la Comisión de Apoyo Financiero con 5 empresarios prominentes (Dr. José Luis Rubio Pino, Mirna Rea de López, Silvia Álvarez Amaya, Ing. Jesús Larios Gaxiola y Félix Tonella Platt) y, estábamos a punto de terminar la construcción de una Sociedad de Promoción de la Inversión (SAPI) para financiar proyectos internos y externos. En quinto lugar, mejorar las condiciones de trabajo. Al respecto, lo que hicimos fue: desaparecer los contratos por honorarios, indeterminamos a los vigilantes, tomamos el acuerdo de hacer los contratos anuales a los trabajadores académicos, aunque no pudimos hacerlo. Lo que nos faltó: subir los salarios tabulares, indeterminar a trabajadores administrativos y de servicios, indeterminar 107 plazas académicas. Además, podemos contar a nuestro haber: la extensión en el poblado Miguel Alemán y la donación de las Villas del Papa Francisco ahí mismo; la posibilidad, esperemos se concrete, de otra extensión en Banamichi; la escuela de medicina general y comunitaria; recuperar el potencial deportivo de la UES siendo en Las universiadas del 2023 octavo y decimos en 2024. Entre otras cosas. Como se puede ver eran reformas de gran calado y acciones acordes con la cuarta transformación. Era consciente que los cuatro años de gestión era para sentar las bases del cambio, deploro mucho que la salida se haya adelantado. Bien dice la historia de las universidades, la academia y la política oficial deben ser cuidadosas para no entorpecerse por ello nació la autonomía universitaria. En la próxima entrega veremos las circunstancias de mi salida….Saludos y un abrazo fraterno y, arriba México…