El Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México 2024 señala que desde 2018 se ha registrado un crecimiento de la demanda de atención por consumo de opioides sintéticos, como el fentanilo
LA SILLA ROTA
El Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México 2024, elaborado por el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), reveló que de los años 2019 a 2023, la demanda de tratamiento médico en instituciones públicas y privadas por consumo de fentanilo se multiplicó, al pasar de 25 casos a 518 el año pasado.
Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua son los estados que mayor consumo de fentanilo, de acuerdo al informe. Por año la Conasama documentó que en el país no sólo han aumentado gradualmente los casos de consumo de fentanilo desde 2013, sino que cada año se registra una mayor cantidad de nuevos casos y antes de 2018 la cifra anual no había rebasado los 10 casos. A partir de ese año comenzaron a crecer paulatinamente al pasar de 10 a 25 (2019) y 72 (2020), para después dar el salto a más del doble en 2021, cuando alcanzaron los 184. Para 2022 sumaron 333 y para el 2023 la cifra se disparó a 518 casos
Desde el año 2021 el Observatorio había advertido que el consumo de fentanilo se presentaba principalmente entre hombres en Baja California y Sonora, y que, si bien el número de casos era escaso, éstos iban en aumento y se concentraban en la frontera con Estados Unidos, donde su uso era ya una crisis de salud pública.
“En la actualidad el consumo de opioides en México no es elevado respecto de otros países, incluso, son de acceso limitado para fines médicos (por ejemplo, en los cuidados paliativos); no obstante, destacan los fentanilos de producción ilícita, cuyo consumo ha proliferado en mayor medida en ciertas localidades del norte del país”, refiere en el Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México 2024.
Fentanilo y más drogas adulteradas
El pasado 8 de abril, la Secretaría de Salud de México (Ssa), en conjunto con la Conasama, emitió una alerta para su personal en las ciudades fronterizas, esto debido a la posible adulteración de heroína y fentanilo con xilacina.
Las autoridades sanitarias advirtieron sobre “la posible presencia de xilacina como adulterante de muestras de heroína y heroína combinada con fentanilo en ciudades de la frontera norte, exhortando al personal de los servicios de salud y primeros respondientes, especialmente los que se encuentran en el estado Baja California, a reforzar la vigilancia y la atención oportuna de los síntomas de una posible intoxicación aguda o sobredosis por xilacina entre personas que utilizan sustancias como la heroína o fentanilo”.
Las autoridades sanitarias también advirtieron que la xilacina es un sedante que puede dificultar los tratamientos de reversión de sobredosis de opioides. Además, la xilacina se asocia con la presencia de abscesos cutáneos que pueden comprometer la salud y vida de las personas. La sustancia es popularmente conocida como “droga zombie” y la han encontrado en combinación con otras sustancias como el fentanilo. La xilacina ha agravado en los últimos años la epidemia de opioides en ciudades estadounidenses como Filadelfia.
Clara Fleiz, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría de México, actualmente realiza un estudio en el que se analizaron 300 muestras de residuos de drogas con espectrometría de masas en las ciudades Tijuana y Mexicali. La investigadora adelantó a la agencia EFE que ha identificado la xilacina como adulterante en 35 residuos de heroína mezclada con fentanilo y 26 residuos de fentanilo.
El estudio, que está en curso y es financiado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología de México (CONAHCYT) y busca identificar la presencia de adulterantes en los restos de dosis de las ciudades Tijuana y Mexicali, pero no específicamente xilacina.
“Nos sorprendió encontrar xilacina”, dijo Clara Fleiz.
Mortalidad por fentanilo
Un grupo de investigación conformado por especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, la Universidad del Temple y la Universidad de Drexel, realizó un estudio para conocer las tendencias de muertes por sobredosis en México entre 2005 y 2021.
Los hallazgos del estudio se publicaron en la revista American Journal of Public Health. Los datos del artículo muestran una tasa nacional entre las personas de 15 a 64 años de 0.53 muertes por sobredosis por cada 100,000 habitantes durante el periodo analizado.
El equipo de investigación del INSP destacó que el aumento en las tasas de muertes por sobredosis es consistente con el incremento en el consumo de opiáceos, principalmente en la zona fronteriza, impulsado en parte por sus vínculos sociales y económicos con Estados Unidos de América, país que actualmente atraviesa una epidemia de consumo de opioides, incluidos los sintéticos como el fentanilo.
Cuando el fentanilo se usa como medicamento controlado es un efectivo analgésico, también puede ser empleado como anestésico en cirugías cortas; sin embargo, al utilizarlo de manera inadecuada, por una vía de administración intravenosa o fumando resulta muy adictivo.
De los hallazgos
Una de las conclusiones a la que llegaron los investigadores es que “las sobredosis letales se han duplicado en los últimos 15 años en México. Las tasas de sobredosis son particularmente altas y están aumentando en las ciudades cercanas a la frontera entre Estados Unidos y México”.
En los resultados de la investigación se encontró que entre los años 2005 a 2014, la tasa se mantuvo estable; sin embargo, a partir de ese año comenzó a elevarse considerablemente, al pasar de 0.44 en 2014 a 0.79 en 2021.
“El análisis especial de los datos muestra grandes diferencias en la mortalidad por sobredosis entre ciudades, desde un máximo de 9.84 muertes por cada 100,000 habitantes en San Luis Río Colorado, Sonora, hasta 0.05 en San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca. Las tasas más elevadas se observaron en las ciudades del noroeste del país, sobre todo en los estados fronterizos, en los que se ubicaron 11 de las 15 ciudades con las mayores tasas de mortalidad por sobredosis”, mencionaron los investigadores en una publicación del INSP.
No es un consumo nuevo, pero sí más letal
Los investigadores refieren a que históricamente México ha sido un país con un consumo bajo de opioides. Sin embargo, desde 2015 han surgido y convergido múltiples factores que han aumentado el consumo de opioides y el riesgo de sobredosis.” Las causas del incremento de consumo se concentran en la región fronteriza del norte e incluyen una mayor disponibilidad de drogas psicoactivas provenientes del tráfico de cocaína y opioides sintéticos con destino a Estados Unidos, la producción regional de metanfetamina y el acceso transfronterizo a opioides farmacéuticos y los fuertes vínculos sociales y económicos con Estados Unidos durante su epidemia de opioides”, se menciona.
La organización civil Verter en 2019, en su programa de verificación de fentanilo encontró que el 93% de las muestras de heroína en polvo blanco en Tijuana contenían fentanilo, la organización cuenta con un programa de reducción de daños en Mexicali, donde observó un aumento del 30% en las sobredosis entre 2019 y 2021.
Verter cuenta con un programa de identificación de sustancias en donde con tiras reactivas y de alta sensibilidad verifican la presencia de fentanilo en drogas que los consumidores llevan a la sala de consumo seguro.