La autora del libro ‘Suerte o desastre. El azar como modelo económico de AMLO’ desgrana los aciertos y yerros económicos de un Gobierno marcado por el voluntarismo del presidente de México
Karina Suárez / El Páis
De la cancelación de un aeropuerto internacional en Texcoco a la construcción de la refinería Dos Bocas; del desmantelamiento del sistema de guarderías a las inyecciones millonarias a favor de la petrolera estatal Pemex. La periodista de EL PAÍS, Isabella Cota (Monterrey, 42 años) desgrana en su libro ‘Suerte o desastre. El azar como modelo económico de AMLO’las principales contradicciones de este Gobierno en materia económica. La autora contrasta el buen tino que ha tenido esta Administración central para capitalizar los vientos externos favorables del nearshoring o de la guerra comercial entre EE UU y China, con la falta de una visión afinada para salvaguardar a las pequeñas y medianas empresas durante la pandemia o para garantizar un sistema educativo y de salud de calidad. Un panorama de claroscuros, entre cifras de inversión extranjera y de remesas récord, frente al déficit presupuestario más elevado de los últimos 30 años.
Pregunta. ¿Cómo inició el proyecto de escribir este libro?
Respuesta. La editorial tenía esta idea de que hacer un libro sobre la gestión económica de AMLO. Esto fue en 2021 y fueron dos años de escribir y trabajarlo. Mi idea al principio era que no había una política económica pulida, sino una serie de decisiones que se hicieron desde el Ejecutivo y que impactaron a la economía mexicana. Con la llegada de la inversión extranjera y privada lo que yo proponía como título del libro era la suerte del presidente porque qué suerte la de AMLO que le tocó capitalizar estos factores y en este momento en donde Estados Unidos y China están en una intensa pelea comercial en donde el principal beneficiario es México. Pero no solo se trata de la gran suerte del presidente, sino cómo se va a lidiar con los problemas estructurales que deja detrás por las decisiones que ha tomado.
P. ¿Vislumbra un cambio de la política económica de López Obrador a lo largo de su sexenio?
R. Yo creo que hubo un cambio en la Administración, pero no una metamorfosis de AMLO. Lo que yo veo es un presidente que llegó al poder sin un entendimiento sofisticado, fino, de la economía, que tenía en mente proyectos emblemáticos que iban a ser su legado: el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el corredor Interoceánico, el AIFA, por ejemplo, y en torno a eso tomó las demás decisiones incluyendo las ayudas sociales, porque las ayudas sociales están impulsando el consumo y el ingreso familiar pero es un dinero que se dejó de invertir en educación o salud. Creo que fueron los factores externos, el interés de los inversionistas extranjeros, el nuevo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, los que han generado certeza en los grandes capitales, eso fue la metamorfosis.
P. Algunos de los especialistas citados en su libro hablan de la fobia del presidente a la deuda.
R. AMLO no es deudofóbico, sino que viene de una escuela de los traumas mexicanos muy de los setentas y ochentas de las hiperinflaciones, de los Fobaproa, y él piensa que el país se debe endeudar solo si se beneficia a su partido.
P. ¿Cómo podemos situar a López Obrador en los negocios, como un hombre de izquierda, de centro o de derecha?
R. Yo no creo que sea ni de derecha ni de izquierda, creo que él toma decisiones con base a lo que él piensa que le va a dar más poder y esa es su ideología. En lo económico, el presidente no entra en ningún molde. Yo lo llamo neoliberal de clóset, porque él dice que el Estado tiene que tener una presencia importante en la economía, pero en el sector de educación los grandes fondos americanos llegaron e invirtieron millones durante su Administración.
P. ¿Cómo cree que percibe el empresariado a López Obrador a estas alturas de su Gobierno?
R. Los empresarios salen de esta Administración un poco desgastados y hartos de las Mañaneras, de tener la sensación de que si un día el presidente decide irse en contra de ellos los va a exponer de alguna u otra manera y los va a atacar y va a haber muy poco que puedan hacer para retomar la narrativa. También creo que la clase empresarial en México le ha fallado tanto al país como la clase política.
P. ¿Qué aciertos económicos tuvo este Gobierno?
R. No se fue en contra del sistema financiero, López Obrador reaccionó en momentos clave que pudieron haber sido peor, por ejemplo, cuando Morena quiso pasar esta regulación de que el Banco de México tenía que estar forzado a comprar los dólares excedentes, AMLO reaccionó y se dio cuenta de que era una batalla que no valía la pena luchar.
P. ¿Qué se va a encontrar la próxima inquilina de Palacio Nacional, suerte o desastre?
R. Se encontrará con una recaudación tributaria mejor respecto a la de hace seis años, pero un margen de gasto muy estrecho. Si no empiezan a recaudar más impuestos a los que más producen no van a tener dinero para hacer todas las cosas que quieren hacer.
P. ¿Cuál será el legado económico de López Obrador?
R. La gente va a recordar la Administración de López Obrador como el Gobierno bajo el cual subió su ingreso familiar, ese va a ser su legado, si le corresponde o no a AMLO colgarse esa medalla ya es un poco irrelevante. Para mí, el legado va a ser que esta Administración fue una enorme oportunidad perdida porque estamos hablando de un Gobierno que ganó la elección con muchísima popularidad, que se autodeclaró de izquierda, un Gobierno que en los primeros tres años pudo haber pasado una reforma fiscal progresiva y no lo hicieron. Creo que la izquierda latinoamericana carece de historias de victoria y esta pudo haber sido una gran historia de victoria y no lo fue.