Octavio Amador / El Economista
El gasto en capital fijo creció 0.7% mensual e hiló cinco períodos de avances, apuntalado durante el mes por una sólida expansión de 6.6% de la inversión en obras residenciales.
Contrario al enfriamiento del consumo privado, la inversión fija bruta en México alargó su buena racha en mayo, impulsada por un vigoroso repunte en el capital destinado a la construcción de obras residenciales, que son principalmente privadas.
Durante el quinto mes del año, el Indicador Mensual de la Formación Bruta de Capital Fijo (IMFBCF) creció 0.7% en su comparación mensual, desacelerándose levemente frente a la expansión de 0.8% de abril, pero alargando su racha de avances a cinco meses, de acuerdo con datos reportados este viernes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
La inversión fija es el segundo componente más importante de la demanda agregada del país (fue igual a 24.1% del Producto Interno Bruto, PIB, en el primer trimestre del 2024), detrás del consumo (que fue equivalente a 71.9% del PIB), pero tiene una mayor importancia en la senda de crecimiento de largo plazo de la economía, al sentar las bases de su productividad.
Durante mayo el componente más dinámico de la inversión fija fue el de la construcción residencial, con un sólido crecimiento de 6.6% que eclipsó ampliamente el descenso de 0.2% observado en el segmento no residencial, donde predomina la obra pública.
De manera conjunta, la inversión en construcción creció 2.4% y más que compensó la contracción de 1.3% observada en el renglón de maquinaria y equipo, que tuvo fracturas en sus componentes nacional (-0.5%) e importado (-1.6 por ciento).
Resiliencia
La inversión fija fue el componente más dinámico del PIB por el lado del gasto el año pasado, con un espectacular crecimiento de 18% (5.6 veces el crecimiento de la economía) impulsado tanto del lado privado como público, en medio del fuerte gasto gubernamental en obras emblemáticas del sexenio como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Sin embargo, el pico de crecimiento de la variable se observó en el tercer trimestre del 2023, tras lo cual se desaceleró en el último cuarto de ese año, recuperando algo de fuerza en los primeros tres meses de este 2024.
De enero a mayo el crecimiento interanual acumulado de la inversión fija es de 10.6%, que supera con creces el alza de 2.3% del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) en el mismo período, pero es inferior frente a la subida de 13.5% que tuvo durante los primeros cinco meses del 2023.
Durante el segundo trimestre, el gasto en capital fijo se enfila a compensar en alguna medida el enfriamiento del consumo, que en mayo bajó 0.4% e hiló dos meses de retrocesos, según lo reportado por el Inegi también este viernes.