La Fiscalía General de la República busca arrojar luz sobre el polémico arresto en Estados Unidos del histórico líder del Cartel de Sinaloa y uno de los capos criminales más poderosos del mundo
Elías Camhaji
El Gobierno de México dio a conocer este lunes que la Fiscalía General de la República (FGR) abrirá su propia investigación para esclarecer el arresto de Ismael El Mayo Zambada, fundador del Cartel de Sinaloa y uno de los capos criminales más poderosos del mundo, el pasado jueves en Estados Unidos. La caída de Zambada, de 76 años, ha estado plagada de incógnitas y especulaciones, y la falta de transparencia ha tensado la relación bilateral ante las sospechas de una violación de la soberanía para concretar la detención del narcotraficante, objetivo prioritario de Washington en la llamada guerra contra las drogas. La Administración de Andrés Manuel López Obrador, que no participó en la captura y que fue informada hasta después de que se materializó, ha optado por la mesura y no ha querido adelantar conclusiones ante la opinión pública hasta tener más elementos sobre la llegada de El Mayo y de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, a territorio estadounidense.
“Vamos a esperar qué dice la Fiscalía”, dijo la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, ante las preguntas de los medios en la conferencia de prensa matutina de López Obrador. Rodríguez señaló que el Gobierno mexicano solicitó la semana pasada un informe al Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre la detención de ambos capos, miembros de la cúpula del Cartel de Sinaloa. Las autoridades estadounidenses enviaron el fin de semana un documento con siete puntos, que confirma que Guzmán López barajó la posibilidad de entregarse. No está claro, sin embargo, cómo fue que Zambada abordó el avión y si llegó a un pacto similar con la justicia de ese país. Su hijo, Vicente Zambada Niebla alias Vicentillo, colaboró en el juicio contra El Chapo en 2018 y fue liberado en 2021, reconoció la justicia estadounidense.
Las agencias de seguridad de Estados Unidos recibieron un informe de inteligencia pasadas las diez y media de la mañana del jueves, unas seis horas antes del arresto, de que el hijo de El Chapo se dirigía en un avión privado rumbo al aeropuerto de Santa Teresa, en Nuevo México, a las afueras de la ciudad fronteriza de El Paso. No sabían, en un inicio, que Zambada también se encontraba en la aeronave. Washington supo de esa posibilidad alrededor de las dos y media de la tarde, un par de horas antes de que se concretara el arresto, de acuerdo con el informe que recibió el Gobierno mexicano de las autoridades estadounidenses. La Embajada de Estados Unidos en México avisó a la Administración de López Obrador minutos más tarde. El Mayo, de 76 años, no había pisado la cárcel en más de cinco décadas de carrera criminal y ha sido reseñado como un capo discreto, elusivo y reacio a ser visto en público, a diferencia de El Chapo, el socio con el que construyó un imperio criminal con presencia en cerca de 50 países.
La indagatoria de las autoridades mexicanas se abrió en el Estado fronterizo de Sonora, donde se dijo que salió el avión privado con El Mayo y Guzmán López, conocido también como El Chapo Júnior. Rodríguez rechazó dar detalles sobre el itinerario de vuelo de la aeronave privada o la identidad del piloto. Sí señaló que ellos eran los únicos pasajeros, de acuerdo con Washington. Después de la sorpresa tras el anuncio, México ha decido tomar la iniciativa en busca de respuestas. La Fiscalía tiene previsto entrevistar a testigos del arresto y a los abogados de los involucrados para tener un panorama más amplio de la detención. La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) había señalado a principios de este año que el estado de salud de Zambada se había deteriorado y eso abonó a la hipótesis de que el capo podía haber llegado a un acuerdo para entregarse a cambio de que se garantizara la seguridad de su familia. Las autoridades estadounidenses ofrecían una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.
Frank Pérez, representante legal de Zambada, declaró el fin de semana que su cliente no había negociado su entrega y aseguró que fue “secuestrado” por Guzmán López. De acuerdo con ese relato, El Mayo fue emboscado y retenido por al menos seis hombres con vestimenta militar. “Lo obligaron a subir al avión, Joaquín ató sus piernas al asiento y lo trajo a Estados Unidos contra su voluntad. En el avión solo viajaban el piloto, Joaquín y mi cliente”, contó Pérez al periódico Los Ángeles Times.
La supuesta traición ha alimentado los temores de que se produzca un cisma violento entre las facciones que han emergido en el Cartel de Sinaloa tras la extradición de El Chapo en 2017: los hombres de El Mayo, encabezados por su hijo Ismael Zambada Sicairos alias Mayito Flaco, contra Los Chapitos, los herederos de Guzmán. La Secretaría de la Defensa Militar (Sedena) ha desplegado en los últimos días unos 400 efectivos en Culiacán, la capital de Sinaloa y bastión de la organización criminal, según el semanario Ríodoce. La Sedena no ha emitido un comunicado oficial al respecto. La DEA asegura que hay otras dos facciones escindidas del cartel: una impulsada por Rafael Caro Quintero, el llamado Narco de Narcos, y otra dirigida por Aureliano Guano Guzmán Loera, hermano de El Chapo. “Los Chapitos están en el centro de una batalla interna contra el antiguo socio de su padre, Ismael Zambada García”, afirmó la agencia antinarcóticos en mayo.
Zambada, visto en una silla de ruedas, compareció la semana pasada ante un tribunal de Texas, donde renunció a su derecho a estar presente en una vista judicial programada para este miércoles, de acuerdo con el expediente judicial. “Por este medio renuncio a mi derecho a una audiencia preliminar”, se lee en uno de los documentos presentados por su defensa, en inglés y en español. Está previsto que haya otra audiencia el próximo 1 de agosto para dar mayores pormenores sobre el estado legal del caso. El capo tiene causas abiertas por narcotráfico y delincuencia organizada en por lo menos cuatro jurisdicciones de Estados Unidos. La última se anunció en febrero y se presentó por tráfico de fentanilo ante una corte de Nueva York.
El Mayo se declaró inocente, lo que no cierra la posibilidad de que llegue a un pacto en Estados Unidos. Su arresto ha estado marcado por el hermetismo de las autoridades, múltiples filtraciones y versiones contradictorias, pero anticipa serias implicaciones en el terreno diplomático, en el ámbito político y en el tablero criminal internacional. Traición o rendición, esas son las dos hipótesis irreconciliables que han sobrevolado el caso desde que se anunció la caída del capo.