Amalia Escobar
Dicen que las cosas buenas suceden cuando menos se esperan; así le han pasado varios episodios en su vida a Elizabeth Trujillo Carranza quien emocionada comparte como la bendición le cayó del cielo y de repente, gracias a un benefactor su familia se encuentra haciendo maletas para tomar el primero de tres vuelos que la llevarán a presenciar la participación de su hija, la destacada arquera mexicana Alejandra Valencia, en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La vida familiar dio un vuelco, una tarde de fin de semana, cuando la destacada atleta, referente del deporte Tiro con Arco, fue a pasear en bicicleta al velódromo del Centro de Usos Múltiples (CUM) de Hermosillo y su hermana Margarita tuvo un accidente.
Fue a pedir ayuda al campo de tiro que estaba a un lado y por primera vez vio un arco; el entrenador al ver su expresión, la invitó a usarlo y le dijo que volviera al día siguiente. “Y ahí se quedó, así es que podemos decir que llegó por accidente”, comenta sonriente Elizabeth a EL UNIVERSAL.
Recuerda que su hija tenía 8 años y cursaba tercer año de primaria. Antes, un maestro le había recomendado que la metiera a hacer deportes porque tenía mucha energía, y cuando jugaba futbol con los niños y niñas de su salón, se llevaba la pelota de portería a portería. La llevó a atletismo y natación, pero no le gustaron esos deportes.
Con franqueza externa que en ese tiempo nunca.