La web profunda se llena de ataques personales racistas y misóginos contra la vicepresidenta que apuntan incluso a su vida sexual
María Antonia Sánchez
Lo humorístico ha dado paso al vitriolo tras sustituir a Biden como candidata potencial de los demócratas. “Kamala Harris es una broma como lo es Biden. Harris será aún PEOR [en mayúsculas en el original] para la gente de nuestra nación que Joe Biden. Harris ha sido la facilitadora en jefe del Corrupto Joe todo este tiempo. Son dueños de los historiales, uno del otro, y no hay distancia entre los dos. Harris debe defender la fallida Administración de Biden, además de su historial liberal y débil en materia de delincuencia en el Estado de California” cuando era fiscal general, reza el último comunicado republicano, difundido el domingo por la tarde. El mensaje recupera las críticas que la persiguieron en las primarias demócratas de 2020, en las que fue vapuleada por ser supuestamente blanda con el crimen y demasiado indulgente con los pequeños traficantes de drogas.
Durante su desempeño como fiscal general, Harris recibió también críticas por no investigar adecuadamente los casos de abuso policial del uso de la fuerza. El discurso de Trump para ser reelegido hace mucho hincapié en el imperio de la ley y el orden, igual que en la inmigración irregular, la entrada de esos supuestos 20 millones de indocumentados que los republicanos atribuyen a la mala gestión fronteriza de la Administración de Biden. Nada más llegar a la Casa Blanca, Biden encargó a Harris en marzo de 2021 la gestión de la crisis migratoria, lo que le ha valido el apodo, peyorativo, de “zarina de la frontera” por parte de los republicanos, así como la descalificación absoluta por lo que consideran escasos logros. El mes que Harris recibió la encomienda se registraron 171.000 entradas, la cifra más alta en 15 años, pero este junio el número de cruces ilegales se desplomó un 29% tras las medidas de urgencia adoptadas por la Casa Blanca demócrata.
Harris, en fin, es para los republicanos la colaboradora necesaria de Biden, además de su cómplice. “Cada uno de los fracasos que hemos visto de Joe Biden —la retirada de Afganistán, la crisis fronteriza, una inflación aplastante y unos Estados Unidos debilitados en el exterior— han sido desastres de la mano con Kamala Harris. Harris no solo sería un desastre en la Casa Blanca, sino que también ayudó a Biden a encubrir el deterioro de su salud mientras estuvo en el cargo, algo que destruye totalmente su credibilidad”, dice el primer comunicado oficial. Argumentos parecidos a los utilizados por J. D. Vance, número dos de Trump: “Durante los últimos cuatro años, ella firmó las políticas de fronteras abiertas y de estafa verde [la transición ecológica] de Biden, que hicieron subir el coste de la vivienda y de los comestibles”, dijo Vance el domingo en referencia a la inflación, que también le atribuyen. “Ella es la dueña de todos estos fracasos”.
La ofensiva contra Harris incluirá una campaña de anuncios televisivos para desacreditar su gestión, tanto en la Casa Blanca como anteriormente, en California. MAGA Inc, el principal super PAC (Comité de Acción Política, en sus siglas inglesas) republicano, lanzó el domingo un nuevo spot de 30 segundos, compartido por primera vez en las redes sociales, que adelanta el plan de ataque. El anuncio, cuya difusión costará cinco millones de dólares, insiste en que Harris “encubrió el evidente deterioro mental de Joe Biden” e incluye clips de la vicepresidenta elogiando la gestión del mandatario: “Nuestro presidente está en buena forma, en buena salud, incansable, vibrante, y no tengo ninguna duda sobre la fuerza del trabajo que hemos hecho”.
El grupo, que hasta ahora había gastado 77 millones de dólares en anuncios pro-Trump, tiene previsto emitir el contrario a Harris en campos de batalla clave: Arizona, Georgia, Nevada y Pensilvania, cuatro de los siete Estados bisagra o basculantes, determinantes en el resultado final de las elecciones. Tildar de marioneta a Harris —una función subordinada, vicaria, probablemente por ser mujer— es la principal baza republicana, ahora que la retirada de Biden les priva de argumentos de peso: sus mejores líneas de ataque, la edad y la agudeza mental, o la falta de ella, del mandatario ya no les sirven y además pueden volvérseles en contra (Trump tiene 78 años y muchas veces no termina las frases).
Por eso es de esperar que en la descalificación de Harris, si finalmente es elegida candidata a la Casa Blanca, abunden factores ajenos a la política, como el sexo o la raza. Como introducción a la previsible catarata de escarnios por parte de la campaña, las redes sociales y los canales extremistas de Telegram se han llenado en las últimas horas de furibundos insultos misóginos y racistas, procedentes de plataformas radicales. La extrema derecha se ha lanzado a demonizar a Harris en plan depredador, apuntando a su vida sexual y su raza, además de recuperar viejas teorías conspirativas para cuestionar su probable candidatura.
Harris asusta al Partido Republicano porque su defensa del derecho al aborto permitió a los demócratas un resultado mejor del esperado en las elecciones de medio mandato de 2022. También por su formación legal, con la que podría arremeter contra un candidato convicto como Trump, con dos procesos penales pendientes, tras su condena por el caso Stormy Daniels. Prueba de ese temor es la petición del republicano de trasladar el segundo debate entre candidatos a la presidencia, en septiembre, de la cadena acordada, ABC News, a la más amistosa Fox News, un altavoz de los republicanos. No quieren dar a Harris oportunidad de que se luzca, y, al margen de acusarla del caos en la frontera y de su supuesta indulgencia penal, reducen también la discrepancia política a la crítica personal. El talante bienhumorado de Harris les ofrece abundante material, como por ejemplo los vídeos de TikTok llenos de momentos estrafalarios (desde una receta de cocina a divertidos bailes con sus colaboradores o una frase que ya se ha hecho viral, “¿crees que acabas de caer de un cocotero?”).