Milwaukee. Donald Trump fue coronado esta cuarta y última noche de la convención nacional de un Partido Republicano absolutamente bajo su control, ofreciendo uno de sus discursos clásicos, pero con un giro diferente – declaró que Dios lo salvó de la bala de un asesino para proceder con su propósito especial al presentarse ahora como un líder de todos los estadunidenses y no sólo su partido.
“Di lucha, lucha, lucha. Di Trump, Trump, Trump”, fue el nuevo rap ofrecido por Kid Rock para calentar el ambiente y preparar el escenario para lo que todos esperaron por cuatro días.
Trump apareció, con su ahora famosa oreja vendada, sobre el escenario ante los gritos mientras se toca una canción patriotera bendiciendo a Estados Unidos, saludando ante el delirio de su catedral política.
“Me presento aquí con confianza, fortaleza y esperanza.”, al declarar que “ganaremos” en noviembre y con ello “empezaremos los cuatro años más grandiosos en la historia de nuestro país”. Declaro que “la división en nuestro país tiene que ser curada. Surgimos juntos o nos deshacemos”.
En un discurso que dejaba de tener forma, al rondar por todos los temas que son parte de su marco y repitiendo puntos ya abordados, el tema favorito fue el de “la invasión” de inmigrantes. “Están llegando de cada cuadrante de la tierra, es una invasión en los hechos y este gobierno no hace nada para frenarlo. [Los países] están vaciando a sus cárceles y sus manicomios…”.
En otro momento dijo que esa “invasión masiva en nuestra frontera está difundiendo miseria, crimen, enfermedad y destrucción de comunidades por todo el país”. Y prometió que continuará la construcción del muro para frenar “esa invasión que está matando a cientos de miles de ciudadanos cada año… no lo podemos permitir”.
Y en otro más, acusó que “un 100% de los empleos son tomados por extranjeros ilegales… y que eso está afectando a afroestadunidenses, latinos y sindicatos”.
“Restaurar las fronteras sagradas de Estados Unidos el primer día… Cerrar nuestras fronteras”, prometió. Y ofreció la gráfica que estaba mostrando cuando casi fue asesinado sobre los cruces de inmigrantes, bromeando que esa le salvó la vida. Y reiteró que “lanzaremos la operación de deportación más grande de la historia de Estados Unidos”.
Trump inicio su discurso contando su experiencia en el intento de asesinato concluyendo que sólo sobrevivió porque “tengo Dios a mi lado”. Y agradeció el amor que mostró el público que “no me querían dejar”. Y contó que el levanto el puño y grito “Lucha, lucha, lucha”. El público respondió con lo mismo.
Repitió “solo estoy aquí por la gracia de Dios”.
Subrayó que “regresará Estados Unidos a la cima de la civilización” y que llevará al país a “una nueva edad de oro”.
En respuesta a sus contrincantes y críticos de que representa una amenaza a la democracia de Estados Unidos, declaró “yo soy el que esta salvando la democracia para el pueblo”. Exigió que sus contrincantes frenen “las cacerías de brujas” contra él en los tribunales, insistiendo en que todas las acusaciones son falsas.
“Esta será la elección más importante de nuestras vidas” aseveró al insistir en qué hay crisis en todos los frentes, el económico, social y en el ámbito internacional, y advirtiendo que “estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial”.
Acusó que los chinos están construyendo fábricas automotrices en México, entre las más grandes del mundo. “Esas plantas deben ser construidas en Estados Unidos”, dijo. Y si eso no ocurre pondremos un arancel de entre 100 a 200% sobre cada carro. “No dejaremos que países tomen nuestros empleos y exploten a nuestro país”.
“Yo recuperare al sueño americano”, aseguró. Con un trasfondo de la Casa Blanca, prometió un paraíso de precios mas bajos, mas producción de hidrocarburos, frenar la migración, bajar impuestos, y no gastar en iniciativas “verdes” incluyendo poner fin al mandato sobre vehículos eléctricos.
Para preparar el escenario para el ahora coronado candidato republicano, la noche final de esta convención incluyó discursos por familia y figuras cercanas al expresidente,incluyendo el segundo hijo de Trump, Eric – fue notable que su hija Ivanka y su esposa Melania no se presentaron ante el micrófono aunque aparecieron en el palco para escuchar el discurso del candidato.
Tomaron turnos en el micrófono admiradores del círculo interno de Trump, exhibiendo el elenco ecléctico que rodea al presidente y su movimiento. Entre ellos, el ex luchador libre famoso y después actor Hulk Hogan – quien fue recibido con coros de “USA, USA” (quien sabe por qué) – y Dana White, ejecutivo de la asociación de lucha extrema elogiaron que tan fuerte es su amigo.
La presencia de luchadores libres tienen lógica ya que muchos eventos de Trump, y su retórica, se parecen al mundo de la lucha libre, con buenos y malos que ingresan al cuadrilátero, con reacciones orquestadas del público, y quejas de árbitros incompetentes. Hogan usó vocabulario de ese mundo, comparando la energía en esta convención a la que se sentía en sus campeonatos en Madison Square Garden y como las maniobras de la lucha libre son comparables a la lucha de “mi héroe Donald Trump… Con el seremos héroes otra vez”. Trump se levantó en su palco e hizo la mueca de un beso.
También aparecieron en esta, la noche más importante de la convención, el reverendo Franklin Graham, hijo del famoso pastor Billy Graham, quien fue uno de los primeros líderes en defender a Trump cuando empezó a circular versiones de su relación ilícita con la actriz Stormy Daniels, y el ex secretario de Estado Mike Pompeo.
Una narrativa forjada para este espectáculo político fue la unidad junto con la denuncia repetida de “la izquierda radical” corrupta que aparentemente está en control de Washington dedicada a destruir el país.
Y una y otra vez, como ha sucedido a lo largo de la semana, el nombre de Dios. Un pastor afroestadunidense Lorenzo Sewell declaró ante la convención que “Dios quiere usar a Donald para su trabajo en este mundo”. Casi todos repitieron que el milagro de que escapó de la bala asesina el pasado sábado ahora permitirá que proceda, según este guion, en su aparente misión divina de “Hacer grande otra vez mas a America”.
Casi al final de la noche, un trumpista se volteó a ver a estos reporteros y preguntó “¿son marxistas o periodistas?¿Son periodistas o propagandistas?”.
La familia apareció en el escenario en la clausura del gran espectáculo con la banda tocando “Hold on I’m coming” de Sam & Dave y los miles de globos de los colores patrióticos cayeron del techo sobre la convención.
Y el cantante final ofreció una aria de Puccini (pero estos corresponsales no son tan cultos como para identificar cual).
David Brooks y Jim Cason