La designación telemática se mantiene para antes del 7 de agosto, pero algo después de lo previsto inicialmente
La nominación formal de Donald Trump como candidato presidencial del Partido Republicano fue una fiesta el lunes en Milwaukee. Los demócratas tienen su propia convención agendada para la semana del 19 de agosto en Chicago. Sin embargo, el partido mantiene los planes que puso en marcha en mayo de llevar a cabo una nominación telemática anticipada antes. Esa decisión se tomó por una cuestión de plazos, en principio ya solventada. La votación iba a comenzar casi de inmediato y podía estar lista la semana próxima, pero la presión de los congresistas, que la consideran una forma de cerrar de forma abrupta el debate interno sobre la idoneidad de Joe Biden para presentarse a la reelección, ha hecho que se deje al menos para comienzos de agosto. Mientras, ya son dos tercios los votantes demócratas que creen que Biden debe retirarse, según una encuesta de AP.
Las autoridades republicanas de Ohio advirtieron de que el plazo para registrar a los candidatos en las papeletas acababa el 7 de agosto. Ante la posibilidad de que no pudieran registrar a tiempo a Biden, los demócratas decidieron en mayo poner en marcha un proceso insólito de votación y nominación anticipada de forma telemática, lo que dejaría la convención de Chicago reducida a una representación. El legislativo de Ohio, con mayoría republicana, amplió luego el plazo, de modo que, en principio, ya no sería necesario adelantar la nominación y muchos esperaban que se renunciase a ella. Sin embargo, la nueva ley no entra en vigor hasta el 1 de septiembre, lo que deja algunas incertidumbres en el aire. Nada indica que los republicanos vayan a dar marcha atrás, pero los demócratas no se fían y mantienen su plan de nominación adelantada.
Cuando el Comité Nacional Demócrata puso en marcha el método telemático, no fue una decisión polémica. Por un lado, era necesario. Por otro, no había dudas de que el candidato fuera a ser Biden. Sin embargo, tras su desastroso debate del 27 de junio en Atlanta contra Donald Trump, las dudas sobre la idoneidad del presidente para presentarse a la reelección se han disparado. Una veintena de congresistas han pedido que se aparte y algunos han reclamado una convención abierta, con libertad para que los delegados designen a un candidato alternativo a Biden si lo consideran oportuno.
El último en pedir a Biden que tire la toalla ha sido el destacado congresista por California Adam Schiff. “Aunque la decisión de retirarse de la campaña es solo del presidente Biden, creo que es hora de que pase la antorcha. Y al hacerlo, asegurar su legado de liderazgo permitiéndonos derrotar a Donald Trump en las próximas elecciones”, ha dicho en un comunicado.
Presión de congresistas
En ese contexto, la nominación anticipada adquiere un nuevo cariz. Un congresista ha estado distribuyendo una carta entre sus colegas para recabar firmas en contra de la votación telemática, según desveló The New York Times. “Le pedimos respetuosa, pero enfáticamente que cancele cualquier plan para una ‘votación nominal virtual’ acelerada y que, además, se abstenga de cualquier procedimiento extraordinario que pudiera percibirse como un cercenamiento del debate legítimo”, dice la carta, que ha puesto en circulación Jared Huffman, representante de California, para enviar al Comité Nacional Demócrata.
“No hay justificación legal para esta acción extraordinaria y sin precedentes, que de hecho aceleraría el proceso de nominación en casi un mes”, añade la carta, según la cual la nominación podría estar cerrada en breve. Diversas fuentes citadas por medios estadounidenses aseguran que los líderes demócratas del Senado, Chuck Schumer, y de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, han presionado para que el proceso se retrase. Según varios medios, ambos han pedido en privado a Biden incluso que considere seriamente retirarse, con la tesis de que su candidatura puede hacer que los demócratas se queden en minoría tras las elecciones de noviembre en ambas Cámaras.
El comité de reglas de la Convención Nacional Demócrata se reúne por videollamada este viernes y los planes eran que los más de 4.000 delegados empezaran a votar el lunes. Tras emitir cada delegación estatal sus votos (el proceso dura unos días), se preveía una llamada con todos para confirmarlos, que es la que se ha retrasado al menos una semana, pero se mantiene en todo caso para antes del 7 de agosto.
Esa llamada sería un procedimiento similar al que habitualmente se realiza de forma presencial en el pleno de la convención, cuando se va dando paso uno por uno a los portavoces de las delegaciones de cada Estado. Los dos partidos celebraron sus convenciones de manera telemática en 2020 por la pandemia del coronavirus. Entonces ya se votó a distancia, pero como parte de la convención.
El presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, ha defendido la decisión de seguir adelante con la llamada porque la ampliación del plazo no está aún vigente. “La nueva ley no entra en vigor hasta 90 días después de su promulgación, es decir, el 1 de septiembre. Por lo tanto, la fecha límite del 7 de agosto seguirá en vigor, dando lugar a litigios y/o juegos del Partido Republicano para crear más obstáculos y bloqueos. Así que si no hacemos nada, (…) no estaríamos en cumplimiento de la ley de Ohio. No tener un candidato presidencial en la papeleta electoral de un Estado tendría enormes consecuencias e impactos”, ha tuiteado en respuesta a las críticas a su decisión.
Biden se ha aferrado a la candidatura, se ha lanzado a hacer campaña y ha reiterado por activa y por pasiva que no renunciará. Con la nominación adelantada, la posibilidad de hacerle cambiar de idea se reduce aún más. La incógnita es si esa proclamación formal servirá para que los demócratas cierren filas en torno a su candidato o si abrirá nuevas heridas que ahonden en la división que aflige al partido.
Rechazo creciente
Mientras, una nueva encuesta realizada por Associated Press y NORC muestra que siete de cada diez adultos, 7 de incluido el 65% de los demócratas, opinan que Biden debería retirarse y permitir que su partido elija a otro candidato. Cada vez hay más dudas sobre la capacidad mental de Biden para ser un presidente eficaz, y pocos adultos creen que pueda ganar en noviembre.
La encuesta, que se realizó del 11 al 15 de julio, en su mayor parte completada antes del intento de asesinato de Donald Trump, muestra que un 57% de los ciiudadanos dice que también Trump debería retirarse de la carrera y permitir que su partido nombre un sustituto. Pero Trump mantiene el apoyo de su partido, con un 73% de los republicanos que dicen que debería ser el candidato. Biden se enfrenta a una mayor resistencia por parte de su partido, con sólo un 35% de los demócratas diciendo que debería seguir en la carrera.