Hace tres meses los habitantes de la zona notaron la extracción de agua que se realizaba en su pueblo por pipas de la empresa Grupo México.
Por Alberto Duarte / PROCESO
SONORA (apro).- Ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios mantienen un bloqueo carretero sobre la carretera que atraviesa Bacoachi, Sonora, para impedir el paso de pipas de la empresa Grupo México. Estas pipas, a decir de los manifestantes, se encuentran extrayendo agua de la zona de manera desmedida para sus operaciones mineras, lo que habría generado afectaciones a las familias y productores de la localidad.
El pasado 9 de julio, un convoy de policías estatales llegó a la zona y, minutos más tarde, la protesta fue disuelta.
“Llegó la policía del estado (Policía Estatal de Seguridad Pública) a desalojar a la gente que estaba tomando la carretera, tomando simbólicamente porque lo único que no dejaban pasar eran las pipas de Grupo México. No presentaron ninguna orden ni nada, nomás llegaron y desalojaron para que pudieran pasar las pipas de Grupo México. Le dijeron a la gente que se retirara, o si se quería quedar en la carretera, de todos modos, las pipas iban a pasar”, denunció Fernando Ramírez, habitante de Bacoachi y uno de los manifestantes, y concluyó: “De hecho las pipas ya estaban preparadas”.
Fueron cerca de 10 las patrullas que arribaron minutos antes de las 17:00 horas, tiempo local, al pueblo del norte de Sonora. Un pueblo que se ubica a unos 20 kilómetros de Bacanuchi, una de las zonas más afectadas por el derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre originado hace una década en una mina que pertenecía, precisamente, a Grupo México.
Ante el hecho, unos 80 ejidatarios de Arizpe y del propio Bacoachi arribaron al lugar en busca de reactivar el bloqueo carretero. “La gente sabe que la empresa va por esa agua y que en unos meses más no va a haber agua para la población, así que la gente va decidida a muchas cosas. Como dicen, no tenemos nada que perder”, afirmó el residente del municipio afectado.
Menos de tres horas más tarde, las unidades de la PESP se retiraron del lugar, de modo que las pipas que habían retomado su camino fueron detenidas de nueva cuenta por el contingente. Dicho contingente acordó, además, sostener el bloqueo de manera indefinida retomando la rotación por guardias que se organizó desde hace 35 días, cuando inició la protesta.
¿Qué dicen los inconformes?
Este año, unos tres meses atrás, habitantes de la zona notaron la extracción de agua que se realizaba en su pueblo, uno donde “todos los jefes de familia son ejidatarios o comuneros”, y, por tanto, viven de actividades directamente relacionadas con el uso del agua, tal como la agricultura, apuntó Fernando, y detalló.
“Yo pasé de Cananea a Bacoachi, por un lugar que se llama Ojo de Agua de Arvallo, es el lugar donde descargan las pipas. De ahí hacia un rancho que se llama la Churea se hacen aproximadamente 15 minutos. En esos 15 minutos conté hasta 23 pipas. Son pipas de alrededor de 30 mil litros. Una cantidad completamente exagerada de agua, y trabajaban todo el día”; estos cálculos llevaron a la población a la conclusión de que Grupo México se encontraba extrayendo más de 60 mil metros cúbicos de agua por día.
Esta práctica se mantuvo por un periodo aproximado de 2 meses, luego de ello, la población determinó iniciar el bloqueo para hacer frente al desabasto de agua que comenzaron a experimentar.
“Antes de los 35 días que se tomó ese lugar para no dejar pasar las pipas sí se vieron afectados los riegos y, a parte de los riegos, está el problema de la sequía: no se podría extraer agua de los pozos de uso pecuario, porque son viejos y con perforaciones no muy profundas. A lo que la gente le apuesta mucho en esta región son pequeños nacimientos de agua para que el ganado pueda beber, y esos se fueron secando. Creemos que esto fue consecuencia de la extracción desmedida de Grupo México”.
A esto se suma que previamente observaron una situación análoga en los alrededores de Cananea, como consecuencia, infieren, de la actividad minera.
“Lo están haciendo de esa manera, agarrando el acuífero de los ríos Bacanuchi y Bacoachi, porque la cuenca del Río San Pedro, donde ellos estaban trabajando, ya se la acabaron. Por eso es que en la población de Cananea no hay agua para uso potable. Te dan agua un día, dos, y otros 3 o 4 no hay. Hay algunas colonias que duran semanas sin agua, como Cananea Vieja o Mesa Sur: la parte centro de Cananea dura meses sin agua”, aseguró el manifestante.
De modo que la protesta iniciada para impedir la libre operación de Grupo México en su territorio, calificada también como impune, y la disposición que hacían de sus recursos, seguirá de manera indefinida. Al final, aseguran los pobladores, se trata de evitar “otro ecocidio”.
“Es muchísima agua, esa cantidad que estaban extrayendo estaba afectando los acuíferos de Boacoachi, tanto para uso potable, como uso agrícola y pecuario. Los nacimientos de aguas naturales ya no estaban saliendo. Yo calculo que, si Grupo México sigue explotando ese acuífero, se lo van a acabar para el mes de diciembre”.
¿Qué dice Grupo México?
El grupo empresarial señalado por la extracción del agua publicó la noche de este miércoles un comunicado para posicionar su versión de los hechos, en la que niegan “categóricamente cualquier explotación indebida de recursos hídricos en la región”, y argumentan que el uso de pozos profundos en la región “es completamente legal y sustentable, operando bajo la regulación vigente”.
Aunado a ello, se asevera que “no existe una relación directa entre la sequía y la actividad minera”; más aún, que el tema de la sequía “comienza a mitigarse con las recientes precipitaciones”.
De modo que Grupo México, mediante su comunicación oficial, afirmó que las pipas se detuvieron de manera voluntaria, “a pesar de no” existir obligación.
“Para facilitar el diálogo con la comunidad, Buenavista del Cobre, una división de Grupo México, ha suspendido voluntariamente el movimiento de pipas hacia sus operaciones, a pesar de no haber impedimento legal para ello. La empresa ha reafirmado su compromiso de trabajar con las autoridades para subsanar los efectos de la sequía, independientemente de que las causas sean ajenas a la operación minera.
Esta postura, según comunicó el grupo empresarial, se expresa en que la actividad minera es la actividad industrial que paga más por los derechos del agua y en que dichos pagos se destinan a obras hidráulicas.
También se menciona una inversión de “670 millones de pesos en trabajos para proveer de agua de nuevos pozos a la población de Cananea y para rehabilitar la red de distribución del municipio”.
¿Qué dice la Semarnat?
En febrero de este año la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, junto al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y el Instituto Tecnológico de Sonora publicaron un estudio titulado “Estado del almacenamiento del agua subterránea en los acuíferos Río Bacoachi y Río Bacanuchi.
La publicación fue motivada, de acuerdo con lo establecido en la introducción, por un estudio elaborado en 2023 por las propias autoridades señala que “las condiciones de los acuíferos en México han ido en detrimento” y por el contexto social y ambiental de la región.
“Bajo este contexto, los acuíferos cercanos al proyecto minero Buenavista del Cobre, operado por Grupo México, en el municipio de Cananea, estado de Sonora no son la excepción”, establecen la autoridad medioambiental, y matiza: “La minera ha sido objeto de escrutinio en la última década, debido a las cantidades de agua requeridas para sus operaciones y las acciones que llevan a cabo para suministrar dichos volúmenes, además de generar impactos ambientales que se van extendiendo cada vez más”.
En el apartado dedicado a la actualización del estatus de disponibilidad en el acuífero del Río Bacoachi, se contempla la recarga promedio que experimenta durante el año, la descarga natural y el volumen de extracción de aguas subterráneas. Las predicciones de Conagua, según la propia Semarnat, indican que entre 2020 y 2023 las reservas de agua del acuífero incrementarían al pasar de 31.7 a 49 hectómetros cúbicos de agua por año.
Sin embargo, la sequía de 2023 y la extracción cambian el panorama, según concluye el capítulo dedicado a la disponibilidad:
“No es posible considerar que la recarga natural aumente en un acuífero donde el volumen de extracción incrementa, existe una evolución negativa en el almacenamiento y la tendencia de precipitación disminuye”.
Entre el 2 y el 4 de febrero de este año, el IMTA realizó una visita de campo para recabar información sobre los pozos de la región y constatar el estado de los mantos acuíferos. En la visita, fueron identificados 27 pozos: 13 eran nuevos y el resto ya existía. Se verificó que los últimos experimentaron, todos, una disminución del almacenamiento entre 2005 y 2024, de modo que la aseveración de Conagua contradice lo constatado en campo: “se observa un decaimiento generalizado de los niveles piezométricos del acuífero”, destaca el estudio, y detalla:
“Este fenómeno es particularmente visible en la región norte, donde se localizan los pozos que abastecen a Buenavista del Cobre”; los mismos pozos de los que las pipas de Grupo México, según las denuncias de los pobladores, extraen el líquido, y los mismos que mantienen bloqueados desde hace casi 40 días.
Es a partir de esto, que Semarnat, IMTA e ITSON llegaron a la conclusión de que “es necesario revisar las prácticas implementadas por Grupo México para mitigar los impactos medioambientales, ya que la estrategia actual de perforar pozos en la parte sur del acuífero y transportar el agua a través de acueductos hacia el norte para su aprovechamiento no es sustentable si se mantienen los volúmenes de extracción. Este tema adquiere una importancia crítica en un acuífero cuya evolución histórica muestra abatimientos significativos. Continuar con esta estrategia aumenta el riesgo potencial para las comunidades de acceder al recurso hídrico y acelera la sobreexplotación de los acuíferos”.