En Palacio Nacional no quieren que la vicepresidente Kamala Harris ocupe el puesto de Joe Biden en la candidatura presidencial de los demócratas. Según pudo conocer LPO, temen que por las responsabilidades que tuvo Harris en el tema migratorio, esto motive duros ataques de Donald Trump contra su accionar y contra el gobierno mexicano.
La candidatura de Biden vive sus horas más oscuras y diversas encuestas en Estados Unidos reportan que solo la vicepresidente estaría en condiciones de competir. Trump, en cambio, le saca ventaja a todos los gobernadores demócratas.
En la primera mitad del mandato de Biden su vicepresidente quedó a cargo de abordar la crisis migratoria en la frontera sur, una de las herencias más caóticas que dejo la pandemia. En poco más de dos años la llegada de migrantes no solo no disminuyó, sino que casi se triplicó. Harris fracasó en su encargo fronterizo y hace ya un año comenzó a dedicarse a defender la despenalización del aborto. Un asunto de política doméstica, más manejable.
El caos fronterizo, que genera criminalidad en los estados del sur de Estados Unidos, es uno de los grandes temas de la campaña y los republicanos podrían enrostrarle ese fracaso a Harris quien, por cierto, en este tema siempre tuvo una sintonía similar a la del gobierno mexicano: se debe generar desarrollo en Centroamérica para contener la migración.
Tras el fracaso de su gestión, los demócratas desarrollaron acciones más extremas y tiene contemplado incluso el cierre de ciertos pasos fronterizos.
Andrés Manuel López Obrador no quiere que México esté demasiado presente en la campaña presidencial del país vecino, especialmente porque teme que, si Trump tiene un exabrupto, la relación bilateral con Claudia Sheinbaum vaya a comenzar condicionada. Una candidatura de Harris habilita este escenario.
Los republicanos tienen una retórica además cada vez más visceral contra México, al que diversos candidatos de dicho partido describen como un socio poco confiable.
LPO informó que el embajador Ken Salazar descartó, en diversos contactos con López Obrador, que Biden vaya a declinar pero la presión de la opinión pública va a en aumento. The New York Times publicó este jueves un articulo donde repasa todos los momentos públicos en los que Biden lució desorientado o que tuvo intervenciones incoherentes. En tanto The Economist, el semanario económico con sede en Londres, publicó una portada con un andador, el logo de la Casa Blanca y un titulo demoledor: “Sin posibilidades de conducir un país”.