El calor cobra la vida de tres inmigrantes mexicanos abandonados por criminales
El abrasador calor del desierto de Sonora se ha cobrado la vida de tres inmigrantes mexicanos en un trágico incidente que resalta los peligros extremos de cruzar la frontera ilegalmente.
La semana pasada, los agentes de la Patrulla Fronteriza en Ajo, Arizona, recibieron una alerta de activación de una baliza de rescate en una zona conocida como Sheep Peak.
Los sobrevivientes del grupo de migrantes informaron a los agentes sobre otros cuatro que habían quedado atrás, lo que desencadenó una búsqueda exhaustiva tanto aérea como terrestre, en la que participaron agentes de la Estación Ajo y recursos aéreos de la Rama Aérea de Yuma.
Una segunda activación de la misma baliza de rescate llevó a los agentes a encontrar a uno de los migrantes desaparecidos. La tripulación aérea localizó el cuerpo de un varón mexicano en un área remota. Poco después del mediodía, los agentes hallaron los cuerpos de los otros dos migrantes.
Los cuerpos fueron transportados al Departamento de Medicina Forense del condado de Pima por el Departamento del Sheriff del condado de Pima. El Consulado de México ha sido notificado del trágico incidente.
Advertencia de las autoridades
“El mensaje de CBP para cualquiera que esté pensando en solicitar los servicios de organizaciones de contrabando para ingresar ilegalmente a los Estados Unidos a lo largo de la frontera sur es simple: no lo haga”, declaró Justin De La Torre, subjefe de patrulla del sector de Tucson.
“Como lo demuestra este caso, cuando los migrantes cruzan la frontera ilegalmente, ponen en peligro sus vidas. El terreno a lo largo de la frontera es extremo, el implacable calor del verano es severo y las áreas remotas donde los contrabandistas traen inmigrantes son implacables. Demasiadas personas que tomaron la decisión de poner sus vidas en manos de organizaciones criminales han muerto de deshidratación y de insolación”, agregó.
Las organizaciones criminales transnacionales continúan poniendo temerariamente en peligro las vidas de las personas que trafican para su propio beneficio económico sin tener en cuenta la vida humana. Los traficantes siguen mintiendo a los migrantes, afirmando que es seguro cruzar las fronteras. La realidad es que las fronteras no están abiertas a la migración irregular y la gente no debería intentar realizar el peligroso viaje.
Este trágico incidente subraya la urgencia de abordar la crisis de migración irregular y la necesidad de medidas más efectivas para prevenir tales pérdidas humanas.
Las organizaciones de tráfico de personas abandonan a los migrantes en zonas remotas y peligrosas, dejándolos a merced de condiciones extremas y sin recursos para sobrevivir.