“Mi nombre es Karla Elía y soy una experta en relaciones dedicada a empoderar a las mujeres para que se conecten con su propósito de atraer parejas pudientes. Toda mujer tiene el potencial de tener una familia nuclear unida y un matrimonio en el que el dinero no sea un problema”. Así se presenta Karla Elía en su página web, que creó tras descubrir que podía hacer de sus clases para encontrar parejas ricas un verdadero negocio con el que enseñar a otras mujeres a casarse con hombres adinerados, tal y como ella hizo. Insiste en que el hombre adecuado ha de tener “mentalidad de proveedor”. Tal y como asegura en esta entrevista con The Sun, considera que “un hombre necesita entender que tiene que estar en una situación financiera óptima para invertir en una mujer. Somos inversiones”.
El caso de Karla Elía no es una excepción y está muy relacionado con el resurgir de las tradwives, es decir, esas mujeres que han decidido dejar sus empleos para dedicarse de pleno al trabajo doméstico y que defienden que su felicidad pasa por el servilismo a sus maridos e hijos. En algunos casos, relacionan sus discursos con el supremacismo blanco y masculino de la extrema derecha.
En el mundo digital se observa un creciente número de perfiles de mujeres que presumen de ser, como ellas mismas dicen con orgullo, “unas mantenidas”. Un buen ejemplo es Sahar Khorramnezhad, una abogada que dejó su trabajo al conocer a su actual prometido y que asegura que no hay que obsesionarse con que el hombre sea muy rico. Para ella, es suficiente con un “buen proveedor”. También es muy popular Nath en Instagram, que en su perfil @soynathc, presume y detalla cómo consiguió un “novio gringo proveedor”, mientras le sirve el desayuno o se hace un maquillaje. Todas coinciden en que su verdadera felicidad llegó cuando pasaron a servir a sus parejas, que las “consienten” y mantienen sin necesidad de que trabajen fuera de casa. Dentro, es otro cantar. Allí siempre están a disposición de los que necesiten o quieran sus novios o maridos.
¿De dónde surge el auge de este tipo de perfiles de mujeres para encontrar maridos adinerados que cuentan con miles de seguidores? Beatriz Ranea, socióloga y profesora de la Universidad Complutense de Madrid y autora de Puteros: Hombres, masculinidad y prostitución (Catarata, 2023) cree que el relato de las mujeres que reivindican depender económicamente de un marido que provea, así como el fenómeno de las tradwives, se ubica dentro de una reacción patriarcal al discurso y avances feministas. “Creo que se articula como respuesta a los años de auge de las movilizaciones feministas y de cómo el feminismo trata de resquebrajar la división entre lo público y lo privado. Ahora, con el auge de las movilizaciones feministas, se observa una contrarreacción de mantenimiento y un intento de volver al status quo patriarcal pasado para situar de nuevo a las mujeres en el rol de la perfecta esposa y la ama de casa”, explica.
Su respuesta al este fenómeno se asemeja al de La mística de la feminidad (Ediciones Cátedra, 2016), de Betty Friedman, un clásico del pensamiento feminista publicado originalmente en Estados Unidos en 1963. “Este discurso necesita de algunas mujeres para articularse, algo que también vemos en partidos de extrema derecha con una clara agenda antigénero y antifeminsita. En esta cuarta ola de feminismo se ensancha el concepto de violencias machistas, en el que entran en juego también las violencias económicas y financieras, que ahora están más presentes”, aseguraba Friedman.
La violencia económica
El sitio de citas de lujo Seeking cuenta con un total de 480 mil usuarios registrados en España, con edades comprendidas entre los 20 y los 50 años, y señala que la mayoría de los usuarios de la plataforma eligen un estilo de vida lujoso como característica principal de su potencial pareja, seguido por la conexión emocional, es decir: el dinero vence al amor. Resulta llamativo que al contestar sobre lo que buscan en una relación, solo el 26% responde que “amor verdadero” frente al 46,4% de los solteros que dice buscar “un estilo de vida lujoso”.
Diana Fernández Romero, Miembro de la Comisión de Igualdad de la Universidad Rey Juan Carlos, codirige el Título Propio Especialista en Prevención y Sensibilización de las Violencias Sexuales y de Género desde un enfoque multidisciplinar. Asegura que la independencia económica de las mujeres, más que una lucha, tendría que ser un derecho. “Si dotamos a las niñas y jóvenes de referentes diversos, estaremos apostando por el hecho de que no idealicen o romanticen depender económicamente de un hombre. Evitaríamos, de este modo, situaciones de violencia económica que derivan en el control del gasto, la vigilancia de la gestión financiera o la obstaculización de su trayectoria laboral, además de la imposibilidad de romper la relación sentimental, más cuando hay criaturas en común, precisamente por dicha dependencia, pues en ocasiones hay impago de pensiones o de cuotas hipotecarias”, asegura. “Naturalizar la dependencia económica de las mujeres con respecto a los hombres implica que no es necesario realizar un cuestionamiento social sobre el reparto de roles o acerca de las relaciones de poder generizadas. Contribuye a reforzar los imaginarios dominantes del ángel del hogar, que parecían superados, y va en detrimento de transformar o proyectar modelos de feminidad que contemplan la autonomía económica y conectan con la posibilidad de desarrollar una carrera profesional y una serie de habilidades y conocimientos que favorezcan dicha autonomía. Puede haber situaciones de dependencia buscadas y negociadas, lo cual es muy diferente a tomar esa deriva como respuesta a un modelo idealizado del amor romántico y de la entrega”, advierte.
El 8 de marzo, una inmensa lona de la aplicación My Sugar Daddy hizo que muchos madrileños se echaran las manos a la cabeza al leer su mensaje: “Empieza a creer en el amor a primera Visa”. Tal y como señalan en la propia web de la app, “el concepto del sugardating ha ganado popularidad en los últimos años en España, impulsado por una creciente apertura hacia formas de relaciones alternativas y el deseo de experiencias de lujo. My Sugar Daddy ofrece una plataforma para aquellos que buscan relaciones mutuamente beneficiosas, donde individuos jóvenes y ambiciosos, conocidos como Sugar babys, pueden conectarse con personas adineradas y experimentadas”. Desde Diaconía España, una entidad social orientada a la acción y el trabajo con las personas más vulnerables, alertan que el sugardating puede ser la puerta de entrada a la explotación sexual de personas jóvenes. También señalan que España es el quinto país con más usuarios en las páginas web de sugardating, con un total de 400.000 personas registradas, una cifra que alerta sobre el crecimiento anual de esta tendencia.