Con algunos minutos de retraso, Claudia Sheinbaum cumplió su asistencia a la Convención Bancaria. Llegó acompañada por Marcelo Ebrard, Juan Ramón De la Fuente y Mario Delgado para dar un mensaje de músculo político. Fue recibida con un bajo entusiasmo de la audiencia y hubo momentos más bien ásperos.
En su presentación utilizó una serie de diapositivas donde, por alrededor de 20 minutos, expuso algunos planes de trabajo, principalmente enfocada en la relocalización de empresas (nearshoring) y política fiscal.
Desde su entrada se observó una gran diferencia respecto a Xóchitl Gálvez: no recibió la misma ovación, los aplausos fueron protocolarios y hubo pocas personas de pie en su recibimiento.
No fue la única distinción. Entre los participantes percibieron a una Claudia mucho más tensa que a Xóchitl, según coincidieron en diálogo con LPO, con un discurso más “acartonado” y “denso”, que en ningún momento se salió del guión y que no logró arrancar ni risas ni aplausos, como sí lo hizo la candidata del PAN-PRI-PRD.
En la misma sintonía con Palacio Nacional, Sheinbaum arrancó su discurso agradeciendo a los banqueros su apoyo para la recuperación de Acapulco: “Muestra de solidaridad y reconocimiento de trabajo conjunto entre el gobierno y bancos”, dijo la candidata. Fue el único momento donde hubo aplausos que interrumpieron su ponencia; en cambio, con Gálvez se mostraron varios episodios de reacción entusiasta por parte de la audiencia.
Sheinbaum mencionó en muchas ocasiones al presidente, algo que no venía sucediendo en sus encuentros anteriores con el sector empresarial. Se contabilizaron más de 30 referencias.
Ya en su exposición, la candidata morenista destacó datos optimistas del gobierno: “finanzas públicas sanas, disciplina financiera, macroeconomía responsable, pero con enfoque en el mercado interno, programas sociales e incremento salarial”, destacó.
Procedió a dejar muy claro una de las grandes dudas en el mercado: “Por ahora no estamos contemplando una reforma fiscal. Si se tuviera que dar tendrá que ser a través de consensos”, dijo.
Agregó que aún hay oportunidades de incremento en el ingreso: digitalización y simplificación del pago de impuestos para personas físicas y morales; y seguir tecnificando a las aduanas.
Un gran ausente en la conversación fue Pemex. Tampoco hizo alguna mención directa sobre quién sería su próximo secretario de Hacienda, aunque, a pregunta del moderador, le volvió a lanzar un guiño a Rogelio Ramírez De la O.
Algunos asistentes dijeron a LPO que este guiño es bien recibido: “da confianza la continuidad, sabemos que entonces no vendrá algo como un episodio de devaluación como tuvimos en el pasado”.
Tensión en la audiencia
Mientras la candidata hablaba la sala estaba más silenciosa y se alcanzaban a escuchar bostezos y carraspeos.
Lo cierto es que los asistentes ya se decían cansados tras poco más de dos horas de escuchar previamente a Gálvez y a Maynéz, pero una impresión compartida es que no hubo conexión con Sheinbaum. El escenario era más bien una audiencia somnolienta ante la “densa” presentación que hizo -como calificaron algunos asistentes-.
Las impresiones en primer lugar entre los asistentes, es que Sheinbaum evitó temas de interés para el sector como el Estado de Derecho y la democracia. Por el contrario, consideraron que su participación fue demasiado vertical, por momentos autoritaria.
Además, hubo un comentario que no fue nada bien recibido, cuando el moderador planteó el tema de la polarización y ella respondió con un cuestionamiento directo a la audiencia: “Veamos, ¿cómo le ha ido a los bancos? -dijo mirándo directo a la audiencia- “Les ha ido muy bien, producto del trabajo de los bancos, pero también de la situación económica del país. ¿Cómo le ha ido a los empresarios y empresarias de México?, le ha ido bien. ¿Y al que menos tiene?, también les ha ido bien. Antes la división social era mayor”.
El comentario provocó de inmediato varios levantones de ceja entre los asistentes y después también fue muy comentado en los pasillos, como una respuesta muy “desafortunada”.
Y la reacción de la audiencia al final no podría ser otra: al cierre de su presentación hubo un breve momento de aplausos y, de nuevo, muy poca gente de pie. “Muchas gracias a todas y todo por escucharnos”, les dijo la candidata.
“Gracias por hacer esta convención en Acapulco, lo que vivió acapulco con el Otis nos muestra al mismo tiempo, dentro de la tragedia, como si se trabaja conjuntamente se puede salir adelante. Nos va a ir muy bien los próximos seis años, vamos a tener buenas relaciones, necesitamos trabajar conjuntamente”, concluyó