Desde los primeros momentos del proceso de votación de los integrantes del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora para decidir si se iban o no a la paralización total de labores, la tendencia siempre fue favorable por la huelga. Los ofrecimientos económicos por parte de las autoridades no eran los deseados.
Poco después de las 13:15 horas de este lunes 15, cuando empezaron a fluir algunos resultados de la votación en las unidades foráneas, excepto Caborca y Santa Ana, los números ya arrojaban la decisión de los agremiados al STEUS de rechazar las propuestas de Rectoría. Ni la intermediación del Gobierno del Estado fue suficiente para hacerlos desistir.
Pasaditas las 14:00 horas, la tendencia de la votación ya era irreversible. Los trabajadores ya habían tomado la decisión: irse a la huelga.
De hecho, alrededor de las 14:30 horas, poco antes de que finalizase el proceso de votación y se diera a conocer el resultado final, los empleados de confianza empezaron a juntar equipos y documentos para trasladar sus actividades por fuera del campus universitario, porque el asunto ya no tenía marcha atrás.
Y es que en voz de la secretaria general del STEUS, Lourdes Rojas Hernández, los sindicalizados no estuvieron de acuerdo con las propuestas recibidas por Rectoría, ya que lo solicitado era un incremento salarial del diez por ciento, pero en un intento por evitar el estallamiento, solo les ofrecieron un cinco por ciento a unos minutos antes -a decir de la dirigente- de que se colocaran las banderas rojinegras en todas las instalaciones. De ser cierto esto último, demasiado tarde.
“No está incluida la prima de antigüedad; fueron los primeros cinco niveles que quedaron con el 9.55% (de aumento al salario), porque solo se hicieron las homologaciones de los sueldos que quedaron por debajo”, justificó ante representantes de medios de comunicación, la propia Rojas Hernández.
Fue así que en punto de las 5 de la tarde, el STEUS cerró las puertas en todos los campus universitarios, y ahora la gran pregunta será por cuánto tiempo.
Pero como se lo comentaba en el anterior Encuadre, ahora falta saltar el escollo que significa el sindicato de maestros, que también traen sus propias demandas de incremento salarial y de prestaciones no ligadas al salario.
Por lo pronto, el Comité General de Huelga del sindicato académico recomendará a sus agremiados en la asamblea general a realizarse este martes, una prórroga para el estallamiento de la huelga para el 30 de abril, a las 17:00 horas.
Sin duda, una jugada estratégica del STAUS y su dirigente Cuauthémoc González, que le permitirá continuar en la mesa de negociación con la rectora María Rita Plancarte y con el secretario del Trabajo, Francisco Vázquez, para alcanzar acuerdos económicos.
Al final del día, la paralización de labores por parte de su sindicato hermano, el STEUS, les da a los maestros un buen margen de tiempo para negociar a su favor lo que haya que negociar. Las autoridades universitarias y el propio gobierno del Estado, acorralados. Hay que alistar la chequera, atendiendo al dicho aquel de que “todo lo que se puede comprar con dinero, es barato”. Al gobierno le resulta de primordial importancia resolver este conflicto de huelga a la brevedad, so riesgo de que sus efectos se multipliquen conforme pase el tiempo y avance el proceso electoral.
De nuevo: debemos de confiar ahora que las partes en disputa -en el buen sentido de la palabra- hagan su mejor esfuerzo para que prontamente los miles y miles de jóvenes estudiantes universitarios vuelvan a las aulas.
Lo paradójico: aquéllos universitarios -algunos militantes de izquierda- que en su momento lucharon codo a codo con los sindicatos en su justa lucha por alcanzar mejores niveles de vida, y que ahora son funcionarios durazistas, no metieron ni las manos o no fueron lo suficientemente hábiles para detener este movimiento de huelga. Totalmente desfasados, rebasados o demasiado cómodos. Cosas de la vida.
Agradezco a la colega y amiga Irisdea Aguayo, integrante de la Mesa de Periodistas Kiosco Mayor, la invitación a su programa Mexican@s Chingon@s que se transmite diariamente vía redes sociales. Un grato momento compartido con otro querido amigo y colega, Feliciano Espriella, quien escribe desde hace muchísimos años la columna “Olor a Dinero”. Le recomiendo seguir a Irisdea y sintonizar todos los lunes esta recién inaugurada mesa de análisis económico, político, social y cultura, “Kiosco Mayor”.
Por lo demás, y con esto cierro este Encuadre, nos vemos este martes, en punto de las 18:00 horas, en el Partenón del Hotel San Ángel, en donde se celebrará una reunión con la virtual candidata a la alcaldía de Hermosillo, María Dolores del Río, en cuya planilla va como síndico-procurador Martín Vélez de la Rocha, amigo, hombre inteligente de izquierda, fundador de Morena en Sonora y claudillista, obradorista y durazista, de hueso guinda.
IN PROXIMUM
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