Los cadáveres descompuestos hallados en una patera a la deriva en la costa de Brasil son nueve y los indicios apuntan a que “las víctimas eran migrantes del continente africano, de la región de Mauritania y Malí”, según ha informado este martes la Policía Federal a través de un comunicado. La embarcación fue localizada el sábado por unos pescadores frente a la costa del Estado brasileño de Pará, en la otra orilla del Atlántico, a 4.200 kilómetros de la costa mauritana. Tras ser remolcada a tierra, al municipio de Bragança, agentes de la policía brasileña la inspeccionaron este lunes y, gracias a la documentación y pertenencias encontradas junto a los cuerpos, han podido apuntar su origen. Eso significa que probablemente se trataba de una de tantas pateras que pretenden llegar a Europa.
Muchas zarpan desde Mauritania rumbo a las islas Canarias, una ruta que vive una auténtica explosión. En lo que va de año, más de 14.000 africanos han arribado al archipiélago español por esa vía, según el Ministerio del Interior español. Es decir, seis veces más que en el mismo periodo de 2023.
Las circunstancias del hallazgo de la patera en Brasil apuntan a que el barco quedó a la deriva, por algún motivo que se desconoce, y arrastró a los migrantes en una travesía indeseada en la que, impulsados por las corrientes, cruzaron el Atlántico mientras morían en el intento de llegar a Europa. Los investigadores brasileños no descartan que entre las víctimas haya personas de otras nacionalidades. Tampoco han apuntado al género o edad de los fallecidos.
La Policía Federal y la Policía Científica del Estado de Pará trabajan ahora en los análisis forenses para determinar las identidades de las víctimas, cuál fue la causa de sus muertes y hace cuánto fallecieron. Una tarea que dificulta el avanzado estado de descomposición de los cadáveres. La nota añade que ocho cuerpos fueron hallados dentro de la embarcación y uno de ellos, flotando en el agua cerca, lo que sugiere que pertenecía al mismo grupo.
Similar a los cayucos
Desde el primer momento las autoridades sospecharon que los fallecidos eran de origen extranjero. La hipótesis apuntaba a migrantes africanos que se desviaron de su ruta hacia Europa o de haitianos que intentaban arribar a Brasil. Gracias a las primeras fotos de la embarcación, especialistas en la inmigración que llega por la ruta de canarias apuntaron que las características de la embarcación (de unos 12 metros de eslora, forma alargada, casco blanco e interior azul) eran similares a las de los cayucos que los mauritanos usan para salir a pescar.
La ruta desde la costa oeste de África hasta las islas españolas de las Canarias es una de las más peligrosas hacia Europa, cientos de migrantes perecen en el camino porque, si las pateras quedan a la deriva, las corrientes las empujan en dirección a América abocándolas a semanas o meses de travesía sin rumbo y mueren por falta de agua y de comida.
El año pasado, más de 1.400 migrantes perdieron la vida en el intento de llegar por mar, según datos de Acnur (la agencia de la ONU para los refugiados). Ese mismo año, más de 57.000 extranjeros arribaron a España de manera irregular por vía marítima, frente a poco más de 400 llegados por vías terrestres.
No sería la primera vez que se tiene noticia del hallazgo en Brasil de una patera que zarpó de África. Un equipo de periodistas de la agencia Associated Press documentó en 2023 siete cayucos con cadáveres a bordo que habían salido de la costa africana en dirección a Europa y fueron localizadas durante los años anteriores en aguas brasileñas o del Caribe.
La embarcación más reciente fue avistada por pescadores el sábado pasado en una zona donde la costa es muy accidentada y está muy poco poblada. En cuanto vieron que dentro había cadáveres, avisaron a las autoridades. Los primeros testimonios del hallazgo apuntaron a que podrían ser hasta 20 cuerpos, pero la policía ha confirmado que son nueve.
Los equipos de rescate tuvieron que remolcar la embarcación desde mar abierto con muchísimo cuidado y paciencia para preservar tanto la patera como los cuerpos al trasladarlos desde mar abierto por un estuario hasta la ciudad grande más cercana, Bragança, en Pará. Es un municipio de 130.000 habitantes que queda a 2.600 kilómetros al norte en línea recta desde São Paulo.
Realizados los primeros análisis forenses en esa ciudad, los investigadores esperan que llegue un camión frigorífico, según el medio G1, para llevar los nueve cadáveres a la capital del Estado, Belén, la ciudad amazónica que acogerá la cumbre climática COP 30 el año próximo. Allí trabajarán para intentar determinar sus identidades, lo que implicará contactar con autoridades consulares de los supuestos países de origen de las víctimas.